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Nuestra propuesta es única, ofrecemos a las empresas un servicio que actualmente no da nadie.

Nuestra propuesta es única, ofrecemos a las empresas un servicio que actualmente no da nadie.

Por Pedro A. Muñoz

10 junio, 2020
Noticia publicada en : https://cutt.ly/Jiff8ZD
 
Ángel Pineda, CEO de Orizon
“Asegurar a nuestros clientes la calidad y el buen funcionamiento de su software y aplicaciones de negocio, constituye nuestro objetivo fundamental. No sólo incrementamos sus niveles de eficiencia, que también reducimos unos sobrecostes que en muchas ocasiones pueden ser muy altos y ni siquiera son percibidos por las organizaciones” comenta Ángel Pineda, CEO de Orizon, la compañía tecnológica alicantina, durante una conversación con Datágora. Este servicio – recuerda – lo ofrecemos a nuestros clientes a través de la Oficina Técnica de Rendimiento, de acuerdo con una metodología propia y utilizando nuestra herramienta BOA (resultado de doce años de trabajo), que optimiza y gestiona el rendimiento de las infraestructuras tecnológicas a través de la identificación y corrección de los problemas de software, mejorando así la calidad de los servicios digitales. Pero cuando la tendencia se orienta hacia las metodologías ágiles y la entrega continua, muchas organizaciones carecen de un estándar de medición y evaluación del impacto de la entrega de software en términos de costes de infraestructura y funcionamiento (tiempos de respuesta). Aquí BOA implementa un estándar de medición de esos parámetros y aporta soluciones al comportamiento dinámico del software. Por tanto nuestra propuesta es única, un servicio que hoy nadie presta a las empresas.
 
Es decir, aunque ya hay productos de análisis de rendimiento tecnológico en el mercado, su propuesta es única, ya que lo que ofrece es un diagnóstico completo de la situación en un entorno en el que – alguna vez lo ha declarado – “ya no funciona la vieja forma de desarrollar”. ¿Cuál es esta vieja forma y por qué no funciona? *   Así es. Existen diferentes herramientas, y muy buenas, que permiten monitorizar y analizar el rendimiento, pero están circunscritas habitualmente a determinados entornos.
Este es uno de los motivos que explica el alto número y variedad de herramientas aplicadas a este objetivo en las organizaciones. Si bien estas herramientas efectivamente son muy buenas a la hora de detectar problemas e ineficiencias, tienen carencias cuando se trata de proponer soluciones o bien se limitan a un entorno determinado sin permitir una visión previa del impacto de ese cambio en el resto de los procesos y entornos. Puede parecer exagerado, pero la realidad es que actualmente existen grandes organizaciones en España que cuando tienen problemas, y a pesar de contar con herramientas de todo tipo y sabor, no son capaces de saber qué está ocurriendo. Esta situación no solo es angustiosa, también afecta directamente al negocio en términos de marca, eficiencia y, por supuesto, cuenta de resultados. Nuestra propuesta supone un replanteamiento del ecosistema actual de creación, entrega y mantenimiento del software a través del análisis, la identificación y la resolución avanzada de cualquier error o ineficiencia. Con BOA, no solo identificamos diaria y automáticamente qué está provocando que algo no funcione con toda la eficiencia que podría, sino que también proponemos la solución. Esto último, en un pequeño conjunto de casos, ya se realiza de forma 100% automatizada y en otros casos requiere de una intervención manual por parte de nuestros analistas. Nuestro objetivo es que, cada vez más también sea ésta una tarea totalmente automática.  Situémonos un poco. ¿Cuál ha sido la trayectoria empresarial de Orizon, sus etapas desde su creación hasta llegar a la actual situación? ¿Sus pasos en servicios y en I+D? ¿Podría trazar un a breve trayectoria? *   El germen de Orizon se remonta a mi experiencia trabajando en una gran consultora para el área de sistemas de una entidad bancaria, donde se prestaba mucha atención al ciclo de entrega, pero no tanta a la monitorización para determinar el comportamiento del software una vez en producción e integrado con el resto de los procesos.
 
Era evidente que ahí había una oportunidad, convencimiento con el que en 2007 fundamos Orizon. Con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), evolucionó nuestra solución BOA e importantes entidades financieras contrataron nuestros servicios. Desde entonces la situación ha ido creciendo en complejidad. Las áreas de desarrollo lo han hecho de forma espectacular respondiendo a los exigentes requerimientos del time-to-market. Esta aceleración implicó un aumento exponencial de los costes de desarrollo y también una pérdida progresiva del control sobre las aplicaciones ya que el criterio de calidad ha ido perdiendo peso frente a criterios como coste y rapidez, lo que, en última instancia, deriva en una falta de eficiencia e incremento de los costes.
 
De modo que nuestra misión es esa, detectar ineficiencias y proponer soluciones. Durante los primeros años, nuestro enfoque fue eminentemente técnico, basado en soluciones concretas que demostraran de forma clara los ahorros y las eficiencias obtenidas. Con el tiempo, detectamos que, además del conocimiento técnico, la mejora continua depende de una cultura y una organización; de manera que hace cinco años empezamos a trabajar en dos conceptos: diagnóstico y automatización, todo ello con una metodología muy clara. En la actualidad, los volúmenes de datos llegan a estar descontrolados y resultan inmanejables en cuanto a costes y tiempos, por lo que resulta mucho más efectivo descubrir y realizar pocos cambios pero que solucionan muchos problemas. En este sentido, cabe destacar que BOA incorpora algoritmos para la detección y resolución automática de las 50 casuísticas más comunes y responsables del 80% de los problemas.
 
 
Pero Ud. ha comentado alguna vez que en la trayectoria de Orizon destaca la ausencia de cualquier tipo de respaldo institucional. Algo realmente sorprendente. *  Ya he comentado que en los orígenes de Orizon contamos con el apoyo del CDTI, pero a partir de ahí no hemos tenido ningún apoyo institucional. Ello no ha sido óbice para que continuemos evolucionando nuestra solución y nuestra metodología, lo que ha supuesto una inversión importante. En los últimos cuatro años hemos invertido en BOA más de dos millones de euros y seguiremos dedicando recursos a su evolución. Para ello, fue fundamental el proceso de ampliación de capital, cuya primera fase tuvo lugar en 2017 y la segunda a principios de 2020.
¿Y qué porcentaje dedican específicamente al I+D? *  Actualmente Orizon destina un 23% de su facturación a I+D, esfuerzo inversor que se traduce en el desarrollo de una tecnología capaz de competir a nivel nacional e internacional y también a la generación de puestos de trabajo de calidad y la retención del talento. Echamos de menos que las Administraciones valoren estas dos vertientes, clave en sus programas de ayuda a la iniciativa privada.
 
Obviamente el apoyo y la solidez del capital humano de Orizon ha resultado fundamental para conseguir sus objetivos, sobre todo en momentos cuando la digitalización exige una constante búsqueda e incorporación de talento y competencias, en medio de constantes cambios, innovaciones y novedades. ¿Cuál es la procedencia de este personal? ¿Cómo logran conjuntarlo? *  En la evolución de BOA ha tenido una trascendencia capital el equipo humano.
 
A principios de este año contábamos con 20 profesionales, hoy somos 30 y nuestro objetivo de aquí a finales de año es integrar a un equipo de 42 personas. En la actualidad, una de nuestras principales fuentes de talento es la universitaria. La Universidad de Alicante (UA) por ejemplo, es una cantera de profesionales excelentes. Pero es evidente que existe un déficit de expertos en TIC, por lo que creemos que es fundamental, por un parte, desarrollar polos de innovación más allá de los grandes núcleos urbanos con el fin de elevar su atractivo de cara a las nuevas generaciones de profesionales, y por otra, la formación y desarrollo continuos en metodologías y lenguajes. También hemos logrado conformar un equipo que integra a expertos en muchas tecnologías – mainframe, cloud, entornos distribuidos – con un conocimiento profundo en gestión de servicios TI, gestión de activos y configuraciones…. Pero  estamos a la búsqueda de nuevo talento permanentemente y puedo asegurarle que no resulta fácil.
 
Volviendo a lo de la “mala calidad del software”, que viene generando un sobre coste a las grandes empresas. Aquí surgen dos interrogantes, primera, ¿a qué se debe esa mala calidad del software?. Segunda ¿Cuál diría que son los puntos de actuación en los que Orizon marca la diferencia? *  Como explicaba antes, la principal causa se encuentra en la aceleración de los ciclos de desarrollo y su desconexión de los entornos de pruebas y producción, sin olvidar el apartado crucial de la seguridad. Las organizaciones cuentan con multitud de herramientas de gestión del rendimiento de las aplicaciones e infraestructuras, pero se limitan a detectar problemas y a buscar una solución rápida que, en demasiadas ocasiones, no incluye ni el análisis de las razones ni la identificación exacta de los parámetros o procesos a modificar. En este sentido, BOA y nuestra metodología son, sin lugar a duda, únicas y creemos, además, que DevPerOps debe guiar el avance. Además, existe una segunda razón derivada del alto nivel de externalización que caracteriza a las grandes empresas y lleva a que en la mayoría de las ocasiones estas ineficiencias impliquen a proveedores terceros. Este es un segundo motivo de peso para contar con BOA como aliado ya que permite a las organizaciones implantar una cultura de mejora continua e incorporar criterios de rendimiento y calidad de software en los Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA) que tienen con sus proveedores externos.
 
Sobre la presencia en el Ibex. Al parecer su compañía cuenta ya con más de una docena de clientes en España, todos ellos empresas cotizadas y casi la totalidad de primera división. Además, han puesto a punto un plan de negocio para impulsar su crecimiento en un mercado, en el que aseguran son los «únicos» que ofrecen este tipo de servicio. ¿En qué consisten estos servicios? *   En efecto, nuestros clientes son principalmente grandes empresas de los sectores banca y seguros. Actualmente gestionamos más de 500 millones en procesos de negocio en el sector bancario, donde hemos logrado, por ejemplo, reducir los tiempos de respuesta hasta en un 25%, ya sea en el entorno mainframe o en sistemas distribuidos, y ahorros de costes de hasta un 40%.
 
Estas potenciales mejoras son aplicables a empresas de otros sectores económicos como, por ejemplo, el retail, donde es apreciable una situación similar a la de la banca en términos de complejidad y aceleración del time-to-market. Nuestros servicios proporcionan a las empresas una visión global de todos sus sistemas informáticos e infraestructuras tecnológicas, permitiendo la implantación progresiva de un sistema de calidad de las aplicaciones. Con BOA vigilamos el 100% de los procesos, transacciones y otros elementos tecnológicos de manera constante para detectar cómo están afectando al negocio, resolver problemas y plantear mejoras.
 
Un informe de Orizon indica, durante 2018 y debido a problemas e ineficiencias ocultos en los sistemas informáticos, el sistema bancario español asumió unos sobre costes equivalentes al 15% de sus inversiones en TIC. Este porcentaje, con ligeras variaciones, se ha ido acumulando en este entorno desde 2008, año en el que la banca se enfrentó al doble reto de acelerar su transformación digital y de llevar a cabo una severa reducción de costes”. ¿Por qué cree que se llega a esta situación? *  Recuerde que las áreas de desarrollo y sus costes asociados han crecido muchísimo. En tiempos de bonanza, las entidades financieras se dotaron de multitud de sistemas diferentes y capacidad de proceso suficiente para asegurar los mejores tiempos de respuesta. Con el tiempo y a raíz de la aceleración del time-to-market, directamente asociado a la expansión de la banca online, se ha producido una progresiva pérdida del control sobre las aplicaciones y al mismo tiempo, el concepto calidad ha ido perdiendo peso a favor de la rapidez, con el consiguiente incremento de los costes, un aspecto que gana en importancia en tiempos de constricción económica. Como consecuencia, las organizaciones corren el riesgo de una falta de control sobre su infraestructura tecnológica ya que carecen de conocimiento detallado del rendimiento que pueden obtener de ella.
 
Las empresas buscan de una forma casi desesperada eficiencia ante el caos y, más aún, en momentos de crisis como el actual, que ha puesto de relieve ineficiencias en procesos a los que, por no ser de uso habitual en circunstancias normales – la tramitación de los créditos ICO es un claro ejemplo- o, porque se pusieron en marcha bajo la premura de la diferenciación a cualquier coste, no se les había prestado la atención necesaria. Orizon ofrece justamente eso: sentido común, soluciones en pro del rendimiento y la eficiencia y, en consecuencia, ahorro de costes. Un ejemplo, una empresa con un presupuesto anual de 500 millones de euros (entre desarrollo, infraestructura, etcétera) suele registrar un sobrecoste de entre un 10% o un 15 % en mantenimiento de aplicaciones, y otro 15% en infraestructura. Hablamos de ahorros netos o de recortes en los niveles de crecimiento.
 
Sobre el creciente interés de los clientes por los “Challenger Banks”, exigiendo tecnologías cada vez más innovadoras para impulsar y facilitar más los servicios bancarios y financieros gracias al acceso online. Aquí la banca móvil y la autenticación biométrica se consideran tecnologías cruciales para posibilitar nuevos servicios. ¿Opinión de Orizon? *  En nuestra opinión, probablemente similar a la de cualquier empresa que lleve la innovación en su ADN, todas estas tecnologías son positivas.  Permiten satisfacer las nuevas demandas de un usuario cada vez más digital y que quiere hacer uso de los servicios en cualquier momento y lugar de la forma más sencilla y efectiva posible -ya sea operar con su entidad financiera, realizar una compra o completar un trámite administrativo. Pero la puesta en marcha de cualquier nueva aplicación exige conocer en detalle el impacto que tendrá, en términos de costes, rendimiento y eficiencia en el conjunto del ecosistema de procesos y en el consumo de infraestructura. Y, debe ser objeto, además, de una vigilancia permanente.
 
Pensamos que el ciclo de desarrollo de software no termina cuando se entrega y entra en producción. Hay que validar cómo afecta a nuestros procesos de negocio. Es una fase adicional dentro del ciclo, que podemos denominar de pos implantación, y cuyo objetivo es validar el comportamiento y el rendimiento, de la aplicación en relación con los procesos de negocio.
 
La empresa ha llevado a cabo una ampliación de capital para impulsar sus capacidades comerciales y aumentar la inversión en Inteligencia Artificial (IA), aunque su importe dependerá de las necesidades tecnológicas que surjan. ¿Uds. condicionan o acometen desarrollos preferentemente cuando ven que los demanda específicamente el mercado o también trabajan basados en estudios de prospectiva? *  Nuestra aproximación a la innovación es proactiva. Sabemos que existe una necesidad en el mercado y además nos preocupamos de tener una mirada atenta a los avances tecnológicos que pueden contribuir a la evolución continua de BOA. Tal como he citado, la ampliación de capital nos está permitiendo integrar nuevo talento en nuestro equipo, mejorar de forma continua nuestra metodología y esquema de servicios, e incorporar nuevas funcionalidades a nuestra solución. En este sentido, es evidente que los análisis periódicos y de forma manual que se podían hacer antes, ya no sirven. Hoy es necesario hacerlos de forma automática y todos los días. Esta es la situación. Tenemos clientes que, en un plazo de solo cuatro meses, han transformado completamente su mapa entero de procesos y hablamos de procesos que influyen directamente en lo que realmente les importa: costes, rendimiento, fiabilidad, velocidad y tiempo de respuesta online. En esa carrera nos encargamos de proporcionar el diagnóstico adecuado y buscar las mayores eficiencias en el menor tiempo posible. Nuestra herramienta —BOA— se encarga de hacer ese trabajo diariamente. Nuestra visión a futuro, y aprovechando el conocimiento adquirido, es anticiparnos a todos estos problemas y ser capaces de ofrecer la solución adecuada (con cambios en bases de datos, en ciertas partes del código…) de forma automatizada, sin prácticamente intervención humana.
 
Dos temas más. Como tecnológica nacida en Alicante. ¿Cree que la Administración hace lo suficiente para convertir la región en polo de innovación? *   Orizon está demostrando que en Alicante existe un tejido empresarial muy inquieto y enormemente innovador en torno a la tecnología, que no recibe la merecida atención de la Administración. El apoyo público ha dado un paso suficientemente claro al apreciar que las empresas tecnológicas son claras palancas de innovación. Debemos aprovechar esta oportunidad para crear riqueza y nuevos puestos de trabajo en sectores alternativos y de futuro, lo que exige el desarrollo de nuevas políticas en materias de fiscalidad, financiación, formación y contratación de talento enfocadas al desarrollo empresas con vocación de innovar. El apoyo a la innovación no puede limitarse a grandes partidas presupuestarias dirigidas a incentivar el asentamiento de grandes multinacionales tecnológicas que, además, se han demostrado incapaces de generar puesto de trabajo de calidad, sino que debe hacer un ejercicio de descentralización y ampliar el foco para incluir en el radar a actor más pequeños y, sin embargo, punteros.
 
Finalmente, su posición y oferta les convierte en una empresa golosa para grandes proveedores de servicios. ¿Han recibido ofertas? Hoy no tenemos en mente esa posibilidad. Nuestro objetivo es servir a nuestros clientes con crecientes niveles de excelencia, consolidar nuestro portfolio y crecer.